jueves, 10 de abril de 2014

Día 72: Paris (1)

Hoy inicio mi viaje de Semana Santa. Empezó como una mañana normal de trabajo en el laboratorio. Trabaje un pequeño rato, fui a clases y a las 12 salí rumbo al aeropuerto de Barajas (aún no le cambiaban el nombre en ese momento).

El Arco Del Triunfo desde la
Porte Maillot
Llegue al aeropuerto a tiempo, hice todo lo que tenía que hacer y sente a que me dijeran que me subiera a mi avión, aburriéndome terriblemente y leyendo la cantidad de artículos que tenía pendientes. No me todo ventanilla, por lo que no pude sacar fotos. Lo que puedo decir es que es increiblemente incómodo viajar con Ryanair. Es barato, si, pero no te dan ni un mendigo vaso de agua y parece infomercial del canal 13 vendiendote madre y media pero bueno. Despues de dos horas y media llegue a París. Para ese momento moría de hambre y decidí comer algo, preparando mi bolsillo para el asalto y mi cabeza para el primer choque cultural. Ninguna de las dos cosas paso, un bocadillo de pollo al curry me salió en 4.5 euros, que no esta tan mal y el chico me habló en español.

El Arco del Triunfo
Tomé un autobus desde el aeropuerto Beauvais hacia la Porte Maillot. Una vez en la Porte Maillot, evalue mi situación y me di cuenta qu tenía seis horas por delante antes de que tomará mi tren hacia Orleans, a las 11:30 de la noche. Entonces, decidi ir caminando hasta la estación de Austerlitz, pues seis horas en Paris no eran nada despreciables, aún si regresaría al final de la semana. De acuerdo con una aproximación de Google Maps, son 7.8 km que según deberían de realizarse en 1.5 horas. Yo creo que eso lo hará alguien con mejor condición física, pero las cabras son de carrera larga, no de velocidad. Así que comence a caminar.

Lo que camino la cabra ese día


Gran Palais
Mis pasos pronto me llevaron al primer monumento de importancia de Francia de mi camino: El Arco del Triunfo. Este Arco de marmol, construido por Napoleon para conmemorar la batalla de Austerlitz, es todo un símbolo de la capital francesa. Actualmente, tiene incontables de inscripciones en las que se conmemoran tanto batallas perdidas como ganadas y, sobre todo, se recuerda a los hombres caídos en combate para la gloria de Francia. Que bonito. Lo malo es que en mi corta estadía en París lo estaban arreglando y no estaba en toda su gloria u_u

Las Tullerias
El Arco del Triunfo se encuentra en un extremo de una de las avenidas más famosas de París, Les Champs-Élysées, en donde uno puede acabar con su bajo presupuesto en una sentada o en la compra de un vestido. Esta todo muy bonito y muy caro y hay tiendas de Apple y Zarah y cosas más caras de las que las cabras no se preocupan en lo más minimo. Se veía bonito pero la verdad no me detuve mucho. Con ayuda de un mapa muy chafa en mi aún más chafa celular me iba guiando, después encontre un mapita de papel y eso hizo las cosas más faciles. Después de pasar por la zona de tiendas de los Campos Eliseos, me tope con la parte más verde y que me hacía más feliz. Pase al lado de dos grandes edificios que se veían muy bonitos y que resultaron ser el Grand y el Petit Palais, junto a los cuales se encontraba la estatua de Charles de Gaulle (si, el del aeropuerto), el cual fue un político muy importante durante y después de la Segunda Guerra Mundial. Para más información, consultar Wikipedia.

El obelisco
Seguí caminando felizmente, hasta llegar a un gran parque, precedido de un enorme obelisco negro. No necesitaba ver el mapa para saber que eran esos enormes jardínes en medio de la ciudad. Hacia tiempo que Anne Rice y otros tantos me habían dado la respuesta mientras viajaba a través de sus obras en París. Los Jardínes de las Tullerías deben su nombre a que antes de que estos fuera tales, estos eran tullerias, donde se hacían tejas. Después, tras una de las tantas remodelaciones del Louvre decidieron poner mejor un jardín más acorde con su regia localización. En algún momento mire hacia atrás y de pronto estaba ahí la Torre Eiffel en el horizonte. No se en que momento apareció ni porque no la vi antes, pero simplemente se veía magnifica en ese momento.
La Torre Eiffel y el obelisco desde las Tullerias

El Louvre
La siguiente parada en esa caminata que ya se me antojaba inacabable fue el Museo del Louvre. Ver ese edificio, extendido como un plácido animal descansando, sabiéndose magnifico y amado por todo el mundo hizo que me sintiera mejor, y como no iba a ser, sí ¿a que otra cosa se puede venir a París si no es al Museo del Louvre? Mi visita al Museo del Lovre tendría que aplazarse para después, debía de darme prisa pues la oscuridad ya estaba sobre mi y quería ver el Sena al atardecer.

Salí de la plaza del Louvre por una de sus puertas laterales y me encontre frente a frente con el río Sena y uno de sus tantos puentes recubiertos de candados. ¡Ay, que bonito! Cuenta la leyenda que si pones tu candado con la persona que amas y tiras la llave al río el amor sera eterno y algún día regresaras con esa persona a dicho lugar. Cabe resaltar que esto resulta un problema municipal y de vez en cuando han de retirarlos del barandal. (Voz interna de Nidia: ¡Que le haces! ¡Bien que pondrias el tuyo! Yo: !Callate que nos estan leyendo¡). La vista del Sena de noche resultaba particularmente bonita y no pude evitar tomar muchas fotos :3
El Sena y los candados


Una vez en la orilla del Sena y ya habiendo visitado tantos lugares emblematicos de Paris en tan poco tiempo, ¿porque no visitar uno más?. Me encamine hacia Notre-Dame, otro de los tantos lugares que había conocidoa través de los libros, esta vez, a través de Victor Hugo de la mano de Quasimodo y Jean Valjean <3 Realmente la atmosfera nocturna de París te hace soñar, aún si no parecía muy recomendable andar caminando a las 9 de la noche en las calles oscuras pegadas al río Sena. Pese a todo seguí caminando hasta que por fin llegue a la estación de Austerlitz, donde compre un cafe y un pan, siendo estos mis sagrados alimentos de la noche. Después me subi a mi tren y me fui a Orleans.

Hacia Orleans
Llegue a Orleans a eso de las 12:30 de la noche y las calles no estaban solas, sino desoladas. Para mi mala suerte, mi celular ya se había descargado y solo recordaba vagamente como llegar al hotel. Seguí mis instintos pero en algún momento me desvie y ya iba hacia otro lado cuando paso una pareja muy agradable que me encamino hacia la dirección correcta. Una vez ahí recogi mis llaves (el único hotel en el que he estado sin recepción) y me fui a dormir.

Ese día había amanecido en Madrid y me dormía en Orleans.

Recorrido del día 1

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