miércoles, 19 de marzo de 2014

Día 51: Las Fallas de Valencia (parte 2)

Granja eolica en el camino a Valencia
Como venía diciendo. Amaneció una mañana fría, pero pensé 'En valencia hará calor'. Iba solo equipada con una pequeña bolsita que había comprado exclusivamente para ello, pensando que las grandes multitudes no me dejarían cargar mi clásica mochila de tortuga. Así que ahí estaba a las 8:30 de la mañana afuera de Ciudad Universitaria y subiendome al camioncito y esperando el super regalo que nos habían prometido. Me encontre con don Javier a la salida del metro y procedimos a subirnos al camión. Ahí nos dieron el mapita (impreso en blanco y negro) y nuestro regalo fallero: ¡una cuerdita para colgarte el celular! Pinche regalo más chafa no encontraron -____-
¡Una planta de Cemex!

Ya nos subimos al camión, nos acomodamos y empezamos a charlar sobre... cualquier cosa. Cuando de repente una voz surgió del asiento de adelante '¿Ustedes son mexicanos?' ¡Y Fátima entra en escena!. Resulta que Fátima es una estudiante del Master de Espacios Naturales Protegidos en la Universidad Autónoma de Madrid. Ella viene de León, Guanajuato y venimos a encontrarnos aquí en Madrid. En fin, el camión todavía no arrancaba de enfrente de la Universidad y ya platicabamos como buenos amigos. En el camino a Valencia (4 horas de camino) charlamos, dormimos, comimos y moleste a Javier (como debe de ser). 

Javier y Fátima en Valencia
Aproximadamente a la 1 de la tarde llegamos a Valencia (y no hacia calor T_T) y rápidamente nos encaminamos hacia el casco histórico, en donde estaban teniendo lugar las Máscletas y la exposición de las Fallas principales. Así inicio nuestra eterna caminata que duraría hasta las 6 de la mañana. 

Empezamos viendo montones y montones y montones de Fallas. Literalmente en cada calle había una. A continuación una gran galería de las principales Fallas que vimos. Vimos tantas que la verdad no recuerdo sus nombres ni las calles ni las caracteristicas. Dejemos que las fotos hablen.







Falal de la Plaza del Pilar (o algo asi)

Falal de la Plaza del Pilar (o algo asi)


Si, todo esto lo queman. No, no vimos las 400 legendarias Fallas. Solo teniamos 15 horas y Valencia esta bien grande. Tampoco le tome fotos a todas las que vimos, pero vimos más de las que aquí pongo. Como sea, nos la pasamos caminando en Valencia hasta la noche, momento en que vimos al 'Moises', la falla municipal, ser quemado. El maldito blogger no me deja subir ninguno de los videos que tome, pero he de decir que simplemente fue impresionante. Estabamos como a 500 metros del 'Moises' y aún así se sentía el calor. (He de mencionar que pese al calor emitido por el 'Moises' yo tenía frío, maldita la hora en que se me ocurrió llevar vestido).

Sinceramente ahora mismo no puedo recordar todos los escabrosos detalles de nuestro viaje, es lo malo de ser tan inconstante como yo y escribir despues de un mes de los eventos acontecidos. Solo recuerdo que buscabamos churros, que teníamos frío, muchos cohetes y que no sabíamos que demonios pensar de las Fallas de Valencia. Pues si bien, no sabíamos si estabamos en el lugar equivocado o nuestra percepción de borrachera es diferente, pero yo no veía la mítica borrachera prometida. En Madrid es bien sabido que en las Fallas de Valencia te puedes poner hasta la madre, pero yo nunca vi la mitica peda que me prometieron (en la que no iba a participar, pero queria ver).

El punto es que despues de la quema del 'Moises', quisimos ver mas quemas, pero para cuando llegabamos al lugar de las Fallas por quemar, estas ya estaban quemadas :(
Los restos quemados de la Falla de la Plaza del Pilar
Asi que de pronto nos encontramos a la 1 de la mañana y ya sin Fallas que ver :( buscamos entre los escombros y locales, pero tal parece que esperaban la quema para cerrar todos los locales. Así que lo mas que encontramos fue un cafe-bar, en el que nos tomamos un cafe y una leche chocolatada (que que bien nos supo esa leche chocolatada, ¿verdad, Fa?). Lo malo fue que como a las tres nos corrieron y ya no teniamos a donde ir. El camión lo abrían a las 6 y eran a penas las 2 30 de la mañana, 
Valencia vacia
Decidimos caminar y prender fuego a los cohetes (petardos en gachupilandia), pero ´de pronto nos encontramos con una Valencia completamente vacia. Hasta sentiamos nuestros pasos resonar de extremo a extremo de la ciudad. Por tanto, no tronamos los cohetes de Javier, que eran algo así como cañones negros, pero tenían un nombre más fanfarrón. Total que no podiamos quemar cohetes y queriamos francamente dormir. 
Parecen chiquitos


Javier y Fa incendiando el dinosaurio

Valencia más vacia que nada y nosotros tronando cohetes a las 3 de la mañana
Pero nada nos evito intenatr incendiar un dinosaurio que encontramos tirado en la calle. Después, cuando lo deje con un graaaan petardo en la panza listo para estallar, huimos cobardemente, auqnue luego ellos se arrepintieron y me hicieron quitar el cohete cebado y destruirlo con mis manitas. Después de eso intentamos tronar otro cohete en la orilla del río, pero resono tan fuerte que llegó una patrulla, y en medio de un ataque de pánico digno de un niño de 5 años, abandonamos la bolsa con los cohetes restantes: no los podiamos tronar, pero tampoco los podíamos transportar hasta Madrid en el autobus. Después de caminar 5 minutos a toda velocidad sin parecer sospechosos -a las 3 de la mañana todos somos sospechosos-, de repente Fa se nos puso medio histérica y estaba segura de que con esa minibolsa de cohetes, iba a explotar toda la ciudad de Valencia, niños iban a perder sus miembros, familias iban a ser despedazadas y que el Infierno sobre la tierra tendría lugar por la conjunción de los rayos del sol y de unos cohetes perfectamente cubiertos e identificados por una bolsa de PyroShopping. Total que casi la tuvimos que llevar cargando hasta el autobus (en realidad es una exageración, pero era muy gracioso verla tan preocupada).

De alguna manera se dieron las 5 y nos encaminamos lentamente hasta el camión. Una vez ahí (ya estaban abiertas las puertas, gracias a todos los dioses) caimos literalmente inconscientes. Yo me estaba orinando, pero dormi como un bebe hasta que el camión arranco (a las 6) y hasta que llego a un paradero (como a las 9). A las 10 llegamos a Ciudad Universitaria y de ahí sali disparada a bañarme ya  regresar a la Universidad para trabajar en el laboratorio, no sin antes prometerle a Fátima que nos volveriamos a ver (y así ha sido).

Nidia trabaja, (según)
Lecciones aprendidas en Valencia
  • Si un español te dice que hace calor no les creas nada
  • Las pedas en España no son las pedas que uno esperaría en México
  • Cuando uno carga un tripie, no es para tomar fotos, es para defenderse de asaltantes y violadores
  • Javier se la come

 


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